sábado, 7 de junio de 2008

Mondo De Palma


Las películas de Brian De Palma tienen dos públicos fundamentales: los devotos del thriller cargado y los aquejados de esa enfermedad llamada cinefilia. Pertenecemos, sin duda, al último grupo.


Hemos visto tantas y tantas películas, que el señor De Palma sabe cuáles son nuestras debilidades, cuáles nuestros resortes emocionales.
Brian De Palma comparte esa sensación de que tanto lo basuresco como lo superficial pueden alcanzar el nivel de lo sublime.


El Mondo De Palma es aquel universo concentrado en títulos como "Fascinación", "La Furia", "Vestida para Matar", "Doble Cuerpo" o "Femme Fatale". Son sus películas más discutidas, las que se han ganado más de un abucheo .
Los críticos más puristas achacan al director de una acusada tendencia al plagio hitchcockiano por la puñetera cara. Lo han llamado manierista, tramposo, hortera.


Pauline Kael fue la única que encontró las palabras apropiadas para definir a Brian De Palma: Gótico, malvado, barroco.


Es significativo que la ocupación de Geneviève Bujold en "Fascinación" sea restaurar retablos.
Porque lo de Brian es más que una copia o un homenaje; es recreación, reencuentro de sensaciones audiovisuales, a golpe de Bernard Herrmann, escaleras mecánicas, violencia frívola, suntuoso plano secuencia, cámara partida y climático slow motion.


De Palma juega con la delgada línea entre lo previsible y lo imprevisible, mientras se sumerge en el mínimo resquicio que dista entre vouyerismo y amor eterno.
Sus películas son irresistibles montañas rusas de lo sleazy. Puro y emblemático guilty pleasure.

2 comentarios:

  1. Banderas, maromo ya!

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  2. No sólo de Hitchcock vive De Palma. ¿Qué me dice de sus más que notables influencias italianas?

    Brian es grande.

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