Josh Holloway

Que sí, que sí. Que hoy vuelve "Perdidos" y están todos los frikis revolucionados.
Ya sabemos que el barco no era de Penny y lo inquietante que puede ser un flash forward; ahora tenemos que enterarnos de todo el resto.
Y, para celebrar el estreno de la cuarta temporada de esta serie hipnótica y tramposa, invitamos a Josh Holloway al Día del Maromo.

Cuesta imaginarse al personaje de Sawyer sin Josh, pero lo cierto es que nada estaba decidido antes de que Holloway hiciese la prueba de casting.
Fue entonces cuando los creadores le dieron la personalidad y la imagen al malvado más encantador y seductor de la remota isla del Pacífico.

Sawyer es vengativo, está traumatizado y sus singulares métodos de supervivencia se anteponen a los de Jack, el perenne héroe que interpreta Matthew Fox.
Pero, sin embargo, Sawyer acaba cayendo mejor que Jack y esto es uno de los grandes hallazgos dramáticos de la serie. Porque, si fueras Kate, ¿con cuál te quedarías?

Recuerda que Sawyer sonríe, se descamisa a menudo y se tumba a leer "El Manantial"en la playa.
Aunque, por sus otras actividades, quizá no nos convenga en absoluto (veáse el artículo del lunes titulado "El Hombre es...").

Ver a Josh Holloway en "Perdidos" es todo un placer. Y su anuncio de "Cool Water" quita el hipo. Dicen que Josh odia llevar el pelo largo para la serie. Qué poco criterio de sí mismo...

El Hombre es...

- El mejor amigo del perro.

- Ese ideal, sólo existente en tus fantasías.

- La preocupación de toda "Mujer Desesperada".

- El fútbol define su ambición. No sólo meterla, sino saber colarla.

- El camino que media entre Stanley Kowalski y tu novio.

- La mejor manera de volverte loca.

- Insoportable, pero adictivo.

- Están todos buenísimos.

- Al que tienes que explícarselo todo, con pelos, señales y presentaciones de Power Point.

- Adorable en su imperfección.

- Como dice Mena Suvari en "Six Feet Under": Adoro tu polla. Lástima que estés pegado a ella.

- Si quiere ser sincero contigo, échate a temblar.

- Se le supone valentía y honor.

- Las mujeres buscan al padre. Los gays, al amor platónico de instituto.

- Todos los seres humanos son iguales. Menos drama. Menos idealización.
- Nunca reconocerá su culpa.
- No le pidas más.

- Sea puta, my friend.

- Sea Abeja Reina, my friend.

- Ya no son como antes.

- Búscatelo bueno. Lo otro es perder el tiempo.

- Este no es el artículo que Josito Montez debería escribir hoy.

- Bah, como si él no fuera un hombre acaso.

Glenn

Los años ochenta no serían sin lo mismo sin Glenn Close, cuchillo en mano, convertida en la perfecta pesadilla de todos los machistas del mundo en "Atracción Fatal", la película que la hizo famosa.

Su brillante interpretación de la psicópata decidida a que Michael Douglas no se olvide de ella es todo un clásico de lo over-the top. Pero Glenn siempre ha sido mucho más que eso.
Aunque le da al grand-guignol en ocasiones (allí está su Cruella de Ville), lo suyo es lo intenso, lo potente y lo profundo. No se le escapa un papel bombón.
Lleva la trascendencia en su cara de nórdica, y su fuerte carácter se derrama con sutileza en sus grandes apariciones.
Su magistral Marquesa de Merteuil de "Las Amistades Peligrosas" es el ejemplo de la importancia Close. Contundente, pero rehuyendo el exceso.


La Close lo ha probado todo y siempre con éxito. Broadway y los telefilms de lujo la han llenado de premios y la han permitido trabajar incansablemente.
Sus aclamadas intervenciones en televisión tienen su culminación en la reciente "Damages", esa serie escalofriante y absorbente que recomiendo a mis lectores con fervor.
La Close interpreta impecablemente a la todopoderosa abogada Patty Hewes, de moralidad nula, métodos terribles e inevitable magnetismo.

El Globo de Oro que ha recibido este año es más que merecido, aunque la Close todavía espera que los Oscars vuelvan a acordarse de ella.

De momento, ha recibido cinco nominaciones. ¿Estaremos ante una nueva Barbara Stanwyck? ¿Infalible y nunca oscarizada?

En cualquier caso, "Damages", especie de versión hardcore, inteligente y sin concesiones de "El Diablo Viste de Prada", es la mejor oportunidad para reivindicar a Glenn Close como una de las grandes actrices de nuestro tiempo.

Guilty Pleasure

La Wikipedia define el guilty pleasure como aquello que alguien considera placentero, a pesar de ser recibido negativamente o infravalorado por la mayor parte de la sociedad. Es decir, encontrarle el gusto a lo que quizá no lo tiene.

El guilty pleasure es la clave de gran parte del entretenimiento cinematográfico y televisivo. La calificación de "películas de culto" va íntimamente asociada con el disfrute de lo frívolo, lo basuresco e incluso lo ordinario.

Vendida ya como garantía de diversión, la etiqueta de guilty pleasure se hizo universal con el éxito de la serie "Melrose Place". Hasta entonces, las soap operas y los reality shows eran abordados negativamente por los críticos y la opinión pública.

Pero con "Melrose Place", quedó claro que el guilty pleasure estaba en alza. Hasta el más estirado disfrutaba con las idas, venidas, exabruptos, puñaladas, polvos y peleas de la serie noventera por excelencia.

Los propios creadores de "Melrose Place" fueron los pioneros en ser conscientes de que lo que hacían era una vistosa basura, asociando lujo dudoso con cliché inevitable.
"Melrose Place" era camp, porque quería serlo. Su carácter chillón se potenciaba desde los guiones hasta la elección de los inefables intérpretes.

Disfrutar con malicia de lo que cualquiera debería avergonzarse es sinónimo de liberarse. No hay nada mejor que abrazar los tics del pop y comprender que, si lo bueno es genial, lo malo es decididamente su complemento indispensable.

Sin Heath

Hace menos de dos semanas le dedicaba un breve artículo a "The Dark Knight", insistiendo en que nos encantaba el nuevo Joker. Y allá por octubre, Heath Ledger estaba invitado al Día del Maromo, junto con Jake Gyllenhaal.

Hablar de Heath, escribir sobre él, era una celebración. Porque, de alguna manera, lo descubrimos nosotros.

Ya estaba ahí. Lo habíamos visto en "El patriota", en el cartel de "Destino de caballero", nos llamó la atención en "Monster's Ball".

Pero nuestro idilio con Heathcliff Andrew Ledger se inició evidentemente con "Brokeback Mountain". Quizá sea la interpretación de su vida; fue uno de esos casos en los que un actor agarra un gran personaje y lo exprime con ganas.

Yo deseé el Oscar para él. Pero aquella noche no estaban los premios para vaqueros homosexuales.

En cualquier caso, "Brokeback Mountain", Heath y Jake nos habían conquistado por completo. Aclamé la película de Ang Lee como el primer melodrama protagonizado por hombres. Tristísima, sofisticada, vibrante; una historia de amor contada con dos narices.

Seguimos la carrera que Heath Ledger trazaba para sí con gran interés. Hasta ayer, cuando todo se detuvo.

Lo encontraron en su cama, rodeado de píldoras, en su apartamento del SoHo neoyorquino. Una muerte repentina, inexplicable, que nos ha dejado sedientos de Ledger. No teníamos suficiente, nos faltaban más películas para recordarlo.

En verano, llegará su película póstuma, donde interpreta al Joker con una garra insólita.

A veces, la vida se viste de injusticia.
Descanse en paz, Heath Ledger.

El Productor es...

- El empresario de lo audiovisual.
- El azote de los directores rebeldes.
- Tiene la pasta en sus manos.
- Sus gestos favoritos son señalar el reloj y frotarse el pulgar contra el índice en señal de "ojo, eso cuesta dinero".
- El que lo organiza todo.
- El dueño de la película.
- Si es productor ejecutivo, le da a lo creativo. Si no, ni lo huele.

- Camino de un psiquiátrico-balneario después de un rodaje.

- Siempre recomienda algún intérprete como protagonista. Y casi siempre la caga.

- Dice adorar a los guionistas.
- Contrata y despide. El salario es su decisión.
- El que lo quiere todo para ayer.
- En Hollywood, los ha habido tan geniales como omnipotentes y crueles.

- Le encanta una estrella invitada, un lujo que cueste poco, un prestigio dudoso, unos colorines y unos efectos especiales.

- El que reza por una taquilla benévola y una audiencia jugosa con todas sus fuerzas.
- Se mueve si el proyecto aspira a repetir un éxito precedente. La fórmula, la secuela y la seriación provocan su orgasmo.

- Si el producto fracasa, buscará los motivos de la debacle. No acertará en ninguno.
- En España, vive adicto a las subvenciones estatales y a los porcentajes de las televisiones.
- Scott Fitzgerald inmortalizó su figura en "El Último Magnate", su novela inacabada.
- Se hace perezoso con el tiempo.
- Siempre tiene algo que objetar.
- Cree que el trabajo de los demás equipos es muy fácil.
- Si el coordinador de guionistas de una serie entra en crisis, su misión es prepararle un caldo de pollo, tomarle la temperatura y sujetarle la manita.
- Al que debería usted follarse si quiere el camino rápido.

- Es el jefe. No le lleves la contraria, sé más listo que él y venera su figura.
- Bah, a ver si se habla de algo más que de cine en este blog de una vez.

Viggo Mortensen

El Día del Maromo, en su vuelta a la actualidad, requiere con urgencia un jueves con Viggo Mortensen, o la demostración palpable de que algunos hombres están eternamente buenos.
En octubre de este año, Viggo cumplirá los cincuenta. Pobre George Clooney... No tiene nada que hacer al lado de Mortensen.

Para los que lo descubrieron como Aragorn, el héroe de "El Señor de los Anillos", habían llegado tarde al furor Mortensen.

Su debut fue en "Único Testigo" allá por 1985; desde entonces, se sucedieron un sinfín de papeles secundarios, cada vez más aclamados por la crítica. Viggo era requerido por Brian de Palma, Jane Campion, los hermanos Scott y Sean Penn.

Pero lo cierto es que el tímido e introvertido Viggo se hizo una estrella total con la trilogía de Peter Jackson. Su espectacular aparición, con el pelo largo y teñido de negro, espada en mano, peligro para los orcos y suspiro de las elfas, fue un definitivo antes y después en su carrera.

Viggo, que pinta cuadros, habla español con acento argentino y le gusta estar tranquilo, se ha tomado con filosofía su fama repentina, que le ha llegado quince años después de su primera película.

Al fin y al cabo, le ha permitido conseguir sus mejores papeles, cortesía de David Cronenberg: "Una Historia de Violencia" y "Promesas del Este". Ésta última lo acercará al Oscar con toda probabilidad.

Viggo, que derrite sólo con una mirada, que luce pelo heterodoxo y que intriga con su cicatriz, es el hombre que nos conviene.
Tiene experiencia, parece sano y no debe dar dolor de cabeza. Que lo receten.

Los Mil Manicomios de Frances Farmer

"Creo que Dios simplemente se murió de viejo", decía un pasaje de la redacción que Frances Farmer escribió cuando aún estaba en el instituto. Se titulaba "Dios se muere" y fue la primera vez que la Farmer conoció el escandálo. No sería la última.

Su madre lloró cuando la joven Frances ganó un viaje a la Unión Soviética. En Seattle, todos pensaban que era atea y comunista. Frances sólo quería ser independiente, y su curiosidad por la vida era más fuerte que ella misma.

Era la perfecta chica de los años treinta, preparada para liberarse, dispuesta a culturizarse.

Cuando Howard Hawks la hizo estrella con la película "Come and Get It", todos empezaron a hablar de la intrigante Frances, la extravagante Frances. La loca de Frances.

Siempre dijo que Hollywood no era para ella. No le gustaba ser un símbolo sexual; odiaba ser una cara glamourosa y un escote generoso. Detestaba la prensa del cotilleo y se peleaba con los productores.
Cuando le rompían el corazón, ya fuera Leif Erickson o Clifford Odets, sufría más que nadie.
Pronto, la Farmer dejaría de ser famosa por sus pocas películas y se convertiría en uno de los más terribles juguetes rotos de la industria.

Fue despedida de un rodaje por llegar tarde y borracha y pegar a una de las maquilladoras. La policía la encontró desnuda en su apartamento. Llevaba allí encerrada demasiado tiempo. En el juicio, insultó a los periodistas.
La Farmer era portada de aquello que no quería: el sensacionalismo y la mentira.

Para librarla de la cárcel, Lillian Farmer, su madre, decidió internarla en un lujoso sanatorio, del que salió al poco tiempo.

A partir de ahí, empezó el terrible declive de la relación entre Frances y Lillian. Ésta, empeñada en que volviese a Hollywood, la amenazaba continuamente con confinarla en un centro psiquiátrico.
Pero Frances sólo quería ser libre y estar lejos de los focos. Con cada fuga de Frances, Lillian cumplía su espantosa amenaza.

Frances pasó años recluida en manicomios, tras haber perdido judicialmente la potestad sobre sí misma. En manos de su fanática madre, los centros donde la Farmer fue internada eran cada vez más públicos, más baratos y más sórdidos.
A mediados de los años 50, reaparecería en "This is Your Life", y aseguró con toda serenidad que nunca había sido alcohólica y que jamás había estado loca. "Eso es lo que me hicieron creer".
A continuación, Frances Farmer presentó un show televisivo propio durante varios años, pero su mala salud y su alcoholismo la apartaron definitivamente de las cámaras en 1962.

Tras su muerte en 1970, varias biografías insistieron morbosamente en las estancias de Frances en los manicomios. El más famoso dato, que se trasladó al biopic protagonizado por Jessica Lange, fue que la Farmer había sido sometida a una lobotomía, con la autorización de su madre. Ese hecho ha sido desmentido en los últimos años, por familiares y personal hospitalario.


En cualquier caso, el golpe seco que sin ninguna duda recibió la Farmer fue en su alma; una estocada que la condenó para siempre.

El Guionista es...

- Aquel que sólo se puede poner en huelga si vive y trabaja en Estados Unidos.

- El que escribe todo lo necesario para hacer una película.

- El técnico creativo, o el que crea con técnica.

- El señor de cine y televisión que nunca pisa el rodaje.

- El que ve el resultado cuando ya ni se acuerda de lo que escribió.

- Todo aquel que tenga espíritu masoquista para sí mismo, y sádico para los demás.

- El escritor de las películas y las series.

- Divorciado del director, acosado por el productor.

- Imprescindible que lo haga bien. No hay gran película sin buen guión.

- Por su culpa, nos quedamos sin "Mujeres Desesperadas", sin "Perdidos" y sin "ER" hasta vete a saber cuándo.

- El ejemplo de la eterna víctima que no hace nada por cambiar (menos en USA, claro).
- Libre de la máquina de escribir; ahora máster del Word, el Final Draft y el Internet.
- Se hace rey en la televisión.
- Al que todo el mundo le dice que tiene una historia que podría contar.
- Hay mucho bloggero.
- Una profesión alucinante.
- El que desprecia los libros de "Cómo escribir un guión" y siempre acaba recurriendo a ellos.
- Un escritor frustrado, según Rafael Azcona.

- Siempre desea contar lo suyo. Como todos.

- En España, tiene la falda demasiado corta.

- Diálogos, estructura, tramas, personajes, tiempo. Sus palabras de fe.

- Hubo alguno que dijo que la boda de Amanda Carrington y el Príncipe de Moldavia debía acabar en masacre. (¿Dónde está ese puto genio?)

- Admira irremisiblemente a Woody Allen.

- El que encuentra la mejor manera de contar una historia. El suspense es lo suyo.

- Los hay que superan poco a poco sus proverbiales problemas sociales.

- El mundo en sus manos, las letras en sus dedos, la imaginación en su cubículo.

- La Nouvelle Vague le hizo el daño justo para que saliera reforzado.

- Al que nunca debes follarte si quieres ser estrella. Si no quieres nada en particular, aquí estoy.

- ¿Los hay como William Holden en "Sunset Boulevard"?

- Bah, que caiga del Cielo una Writers Guild o me planto.

Margot Kidder sin Superman

Margot Kidder tuvo asegurada su entrada en la mitomanía colectiva cuando, convertida en Lois Lane, cayó desde el edificio del Daily Planet. Y allí estaba Superman para salvarla, en el momento más espectacular de la película de 1978.

Sin embargo, la Kidder está en un martes de "¡Notorious!" por su condimentada vida privada, que culminó en uno de los más escalofriantes episodios protagonizados por una actriz de Hollywood.

Margot se casó tres veces. Ninguno de sus maridos le duró más de un año.

Protestó por el despido de Richard Donner en la segunda entrega de "Superman", y la condenaron a sólo cinco minutos de aparición en la tercera.

Criticó la intervención estadounidense en la Guerra del Golfo y la atacaron por ello.

En 1990, tuvo un grave accidente de tráfico, que le impidió trabajar durante dos años y se arruinó.

Margot, como buen fruto de los sesenta, siempre fue contestataria, neurótica y rebelde. Pero en 1996, un terrible aspecto de su personalidad salió a relucir.

Por entonces, estaba escribiendo su autobiografía. Su paranoia empezó a aumentar, a medida que proseguía con la escritura de su propia vida.

Cuando un virus infectó su ordenador, entró en pánico y se hundió en el desorden bipolar.

Convencida de que su primer marido quería matarla, la Kidder fingió su muerte y abandonó su casa. Se rasuró el pelo con una navaja y se arrancó varios dientes. Estuvo viviendo como una "homeless" en las calles de Los Ángeles, hasta que se refugió en el jardín de una casa particular.

Cuando la policía la encontró, ella afirmó que había sido atacada y violada. No había evidencias de los hechos.

Margot fue internada en una clínica psiquiátrica.

Ahora la Kidder parece recuperada de sus demonios. Ella misma asegura que su ataque de pánico es único en la crónica negra de Hollywood, "salvo quizá los de Vivien Leigh".

Pero también indica que es más común de los que todos creen. Recibe cartas de apoyo con frecuencia, que hablan de episodios parecidos en gente que, a diferencia de ella, permanece a salvo del ojo público.

Al respecto de la supuesta maldición que pesa sobre los protagonistas de la saga de "Superman", ella asegura que es una absoluta tontería.

El jardín donde se refugió aquella noche que la encontraron estaba muy cerca de los estudios donde se rodó "Superman".

El Sexo es...

- El placer.
- La consumación de las "bajas pasiones".
- Política.
- Follar, follar y más follar.
- Cuanto más, mejor.
- La pareja cómica del Amor.
- La fantasía terrena, el deseo concreto, la posibilidad de lo imaginado.

- Lo que quiero hacer contigo.

- El aspecto de nuestras vidas que más conviene desdramatizar.
- Solitario para muchos.
- Bastardeado por la profilaxis, la incomunicación y el idealismo romántico.
- Más allá de la pareja.


- La base del cotilleo, la esencia de las historias, el germen del trauma.

- Suciedad.

- El "It".
- Una adicción.
- Teorizarlo es perder el tiempo.
- Relaja, destensa, calma. Lo necesitas.
- Tiene el atractivo y el peligro de que no tiene límites.

- Polvos mágicos.

- Una forma de recuperar la autoestima.

- Sólo en Nueva York, con Carrie y tras tres Cosmopolitans.

- Todavía suscita la risa nerviosa y el susurro. Aún requiere del doble sentido.
- Ocupa la mente, estimula los sentidos.
- El padre putativo del cine porno.
- El mejor pasatiempo.
- Daniel Craig en "Casino Royale".

- Silvia Pinal quitándose las medias en "Viridiana".

- ¡A guarrear!
- Una manera de animar este blog, que debe recuperarse después de Olivia de Havilland.
- Bah, no sería lo mismo sin el morbo, sin el sexismo y sin la culpa.