domingo, 21 de junio de 2009

Lesley Ann


Cada vez que Lesley Ann Warren aparece en escena, se produce lo más parecido al reencuentro con una vieja amiga, aquella que provoca la sonrisa con la sola presencia y que asegura la diversión con la primera línea.


Inconfundible pelirroja, de ojos saltones y voz de pajarito; siempre hemos querido más de la Warren y siempre nos hemos quedado con las ganas.
Hollywood debe arrepentirse de muchas cosas, pero desproteger a Lesley Ann es su delito más flagrante.


Si hiciésemos una proporción entre gran talento y escasas oportunidades para demostrarlo, esta mujer se llevaría el dudoso honor.
Pero ahí estamos nosotros para reivindicar a esta actriz de culto absoluto.


Ahora la reconocemos por su galería de maduras sexys, picaronas y fundamentalmente putones, pero Lesley Ann fue ingenua de la pantalla a finales de los sesenta, para el musical televisivo de "Cenicienta" y para un par de entregas de Disney.


Era la época en que estaba casada con Jon Peters, el ambicioso estilista que se convertiría años más tarde en exitoso productor de cine, gracias a la Streisand.
De ese matrimonio entre Jon y Lesley Ann, nacería el también productor Christopher Peters.


Desde el principio, la carrera de la Warren fue de lo más irregular, sin un itinerario definido, aunque alternaba debidamente cine y televisión.


Su gran momento - y quizá su papel más popular - fue la estridente rubia Norma Cassidy de "¿Víctor o Victoria?"; una delirante parodia de Jean Harlow que le proporcionó una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto.


Al año siguiente, se ganaba un puesto en los corazones de los devotos del cine malo con "Una Noche en el Cielo", donde era una maestra de escuela enamorada de un stripper jovenzuelo, interpretado por el buenorro de Christopher Atkins.


Tras verla en "¿Víctor o Victoria?", Alan Rudolph la eligió para "Choose Me" y "Songwriter", dos enjundiosos títulos que confirmaron la valía de Lesley Ann como actriz madura.


Ya sabemos que la madurez no era algo que caracterizara el Hollywood de los ochenta y la Warren, aunque nunca ha dejado de trabajar, tuvo poco espacio para dar todas las campanadas que prometía.


Pero verla siempre ha sido un placer, adosada a esa imagen de mamá sexy, de adorable destrozahogares, de querídisima otra mujer; con Lesley Ann aprendimos a querer y a comprender a las amantes de papá.


Ahora la vemos mucho en televisión, como todas las grandes desterradas de Hollywood.
Dice que fue su hijo Christopher quien hizo posible que fuera la madre de Teri Hatcher en "Mujeres Desesperadas", un papel perseguidísimo para el que la Warren era ideal.


Algunos aseguran que es una diva caprichosa, otros apuntan a que se ha excedido con el bótox, pero todos están de acuerdo en que Lesley Ann Warren ha sido siempre fantástica.

4 comentarios:

  1. Un gran talento de los 80 que con un gesto de manos, una mirada cruzada de un plano a un contraplano llegaba donde muchas otras, (léase Susan Sarandon), solo pensaban llegar.

    Ha dado usted en el clavo, (una vez más).

    Saludos.

    Lord Alfred

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  2. Muy oportuna la comparación con la Sarandon, Lord, aunque me llega al alma que no hayas dicho nada de Christopher Atkins y "Una noche en el Cielo". Sniff, sniff...

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  3. Mis dos pelis favoritas de Lesley: "Cluedo" y "El color de la noche" (la mejor mala peli que he visto en mi vida").

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  4. Lo de Chris Atkins se lleva muy adentro como todo lo sagrado...

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