Se acerca el verano. Y Paul Walker aparece en el horizonte, acercándose a "El Día del Maromo", decidido a aumentar el calor.
Se confiesa adicto al surf, vive en Santa Bárbara y su debut en la pantalla se debió a un anuncio de Pampers cuando sólo era un bebé.
Hoy se le reconoce por ruidosas películas de acción, desde la saga "Fast & Furious", al lado de Vin Diesel y comprometiendo el kilometraje de coches molones, hasta "Inmersión Letal", donde competía con Jessica Alba en poderío pectoral.
Evidentemente, la capacidad de interpretar a Shakespeare no tiene nada que ver con la carrera de Paul Walker, pero, como muchos otros chicos de su generación, este rubio es más ambicioso de lo que parece.
Le sobra encanto, atractivo y energía, y la crítica no deja de señalar que tiene un talento notorio, cuyos frutos brotarán en el momento más inesperado.
Ya consiguió un papel secundario en "Banderas de Nuestros Padres", a las órdenes de Clint Eastwood, y ahora se prepara para el estreno de "Takers", junto a Matt Dillon y Hayden Christensen.
Precisamente, éste último acaparó el papel de Anakin Skywalker en las precuelas de "Star Wars"; Anakin es el único rol codiciado por Walker que ha lamentado perder.
Parece que nos queda mucho de Paul Walker, este rubio y de ojos azules, con muy poco de querubín.
Este verano se anuncia largo y cálido. Queremos disfrutarlo con él.
Jarl
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