¿Cómo se construye una mujer con mayúsculas? Quizá Candice Bergen tenga la respuesta.
Fue niña de Hollywood, gran belleza de los sesenta, luchadora concienciada, inquieta viajera, emblema feminista y actriz cautivadora.
Y, al final, América la terminó por consagrar como icono, cuando su estilo quiso contaminar también la pequeña pantalla.
Fue niña de Hollywood, gran belleza de los sesenta, luchadora concienciada, inquieta viajera, emblema feminista y actriz cautivadora.
Y, al final, América la terminó por consagrar como icono, cuando su estilo quiso contaminar también la pequeña pantalla.
La hija del famoso ventrílocuo Edgar Bergen, Candice creció entre los algodones espinosos del show-business. Enseguida, su hermosura levantó la admiración de propios y extraños e inició su carrera como modelo.
A mediados de los sesenta, Sidney Lumet la elegía como parte del reparto de "El Grupo", drama pionero en el tratamiento del lesbianismo.
A mediados de los sesenta, Sidney Lumet la elegía como parte del reparto de "El Grupo", drama pionero en el tratamiento del lesbianismo.
Muy pronto Candice se convertía en una de las caras emblema de aquellos atribulados sixties.
Títulos tan discutidos como "Soldado Azul", "Conocimiento Carnal" o "Getting Straight" contaron con el protagonismo de Candice.
Títulos tan discutidos como "Soldado Azul", "Conocimiento Carnal" o "Getting Straight" contaron con el protagonismo de Candice.
El interés de la Bergen por la fotografía la llevó a recorrer el mundo y ofrecer reportajes a "Life" y "Esquire".
La calidad de sus películas decreció pronto, pero aún quedaba mucha Candice.
A finales de los setenta, la nominaban al Oscar por "Starting Over" y se casaba con el director de cine francés Louis Malle.
A finales de los setenta, la nominaban al Oscar por "Starting Over" y se casaba con el director de cine francés Louis Malle.
Y, como gran favorita para los que adoramos a la Bergen, ahí estaba su oportunista escritora de best-sellers, amiga y rival de Jacqueline Bissett en "Ricas y Famosas".
Sin embargo, el público no se entregó incondicionalmente a Candice hasta que decidió llamarse "Murphy Brown".
Estrenada en 1988, esta exitosa sitcom se mantuvo en antena durante diez años.
Y Candice Bergen era una de las primeras estrellas de Hollywood en transitar a la televisión, sin complejos y por propia voluntad.
Y Candice Bergen era una de las primeras estrellas de Hollywood en transitar a la televisión, sin complejos y por propia voluntad.
Murphy Brown, la luchadora reportera televisiva, ex alcohólica, inasequible al desaliento, representaba a toda la nueva generación de mujeres trabajadoras, que querían conjugar ambición profesional con femineidad de una vez por todas.
Evidentemente, Candice y su Murphy se convirtieron en todo un fenómeno sociológico.
Evidentemente, Candice y su Murphy se convirtieron en todo un fenómeno sociológico.
Cuando Murphy decidió tener un hijo en soledad, la serie recibió la atención del vicepresidente Dan Quayle, que criticó la apología que se hacía de la madre soltera y de la supuesta decadencia de los valores familiares.
"Murphy Brown" no sólo siguió adelante, sin mirar atrás, sino que dedicó un episodio para mofarse del señor Quayle.
Tras semejante éxito, Candice Bergen es una figura indiscutible. Con la tranquilidad de las grandes, sigue apareciendo esporádicamente en cine y televisión.
Las nuevas generaciones la han redescubierto como Enid Flick en "Sex and the City" ("Si no es Vogue para Enid, no es Vogue") y, sobre todo, como la poderosa abogada Shirley Schmidt en "Boston Legal".
Adoramos a Candice Bergen por encima de todas las cosas.
No puedo recordar mis tardes en los años de colegio sin su Murphy Brown, de lunes a jueves a las 19,00 h. en TVE2.
ResponderEliminar