domingo, 22 de marzo de 2009

Natasha


Debutó oficiosamente a los cuatro años en "La Carga de la Brigada Ligera", dirigida por su padre y protagonizada por su madre.
Natasha Richardson creció entre bambalinas y platós, entre candilejas y focos, heredera de una legendaria dinastía actoral.


Su padre, Tony Richardson, era uno de los integrantes del Free Cinema, hornada de cineastas ingleses que dieron aire revisionista al cine británico.
Su madre, Vanessa Redgrave, contaminaba belleza y talento con conciencia política y fuerza combativa.


Décadas más tarde se inició la carrera de Natasha como actriz y quedaron definidas entonces sus ambiciones y su estilo.
Así, se dejó seducir por el abigarrado universo del francotirador y arrebatado esteta Ken Russell en "Gothic" y fue demandada por directores tan personales y heterodoxos como Paul Schrader o Volker Schlöndorff.


Pese a que la sombra de mamá siempre fue muy alargada, Natasha demostraba una personalidad propia.


Si Vanessa optó por la distancia regia, su hija fue mucho más volátil, explosiva y terrenal, luciendo rizada cabellera y exuberante escote, aunque sin escatimar en clase ni en sabiduría.


El pequeño éxito de "El Pico de las Viudas" despertó el interés del cine norteamericano por la Richardson y la incluyeron en "Nell", película diseñada para mayor gloria de Jodie Foster.
En el set de "Nell", Natasha conocería a Liam Neeson, del que se enamoró y con el que no tardaría en casarse.


Se retiró entonces del cine, con la sola excepción de "Tú a Londres y Yo a California" (The Parent Trap), donde interpretó a la madre de Lindsay Lohan.


La Richardson se concentró en su familia, mientras se naturalizaba ciudadana estadounidense y se convertía en una de las personalidades imprescindibles de la alta sociedad neoyorquina.
En Broadway, alcanzó los mayores aplausos de su trayectoria con el revival de "Cabaret", donde su estilo encajó como un guante en el personaje de Sally Bowles.


Le dieron el Tony y le devolvieron el aliento para volver al cine.
James Ivory la vio como una perfecta "Condesa Rusa" y, hace dos años, Natasha veía cumplido su sueño: coincidir en pantalla con su madre para "Evening".


Ni que decir tiene que su repentina e injusta muerte nos ha dejado con ganas de más Natasha Richardson, que todavía tenía tantísimo por ofrecer y demostrar.
Como suele suceder en estos casos, sólo nos queda la revisión y el homenaje, para recordar por siempre a actrices tan especiales como ella.

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