Jeff Bridges

Señor caballero y rústico maromo, Jeff Bridges es uno de esos man for all seasons, con los que merecería la pena contraer matrimonio.
Nos ha encantado toda la vida y parece que nunca ha sido consciente de ello. Se limita a sonreír con franqueza y los susceptibles nos derretimos.

Si echamos un vistazo a su filmografía, se comprende porqué Jeff siempre ha sido un actor de culto.
Ha dado la campanada en más de una ocasión y ha trabajado con grandes directores, pero pertenece a una generación donde se llevaba el tic y lo intenso.
A Bridges le va lo natural y, por eso, fue infravalorado en su momento.

Jeff nos gusta especialmente en un puñado de películas donde está arrebatador.

Los ochenta fueron su lógico reinado, y proveyó el fuego cuando se encontró con Rachel Ward en el noir tardío "Contra Todo Riesgo".

Lió a Glenn Close en "Al Filo de la Sospecha", alentó el furor por la informática en "Tron" y compitió con su hermano Beau por la seductora Michelle Pfeiffer de "Los Fabulosos Baker Boys".

Sin embargo, la mejor manera de enamorarse de Jeff Bridges es, sin duda, "Starman".

En ese pequeño clásico, bajaba de las estrellas, rubio y cincelado, para mayor gloria y encanto de Karen Allen. No quedaron babas después de Jeff en "Starman".

Ahora, que su atractivo es estrictamente otoñal, sigue en pie de guerra.

Su último papel de renombre fue el supervillano de "Iron Man" y se rumorea que protagonizará la secuela de "Tron", casi treinta años después.

Pero, así lo quieren sus fans, y Jeff Bridges siempre es y será El Nota de "El Gran Lebowski", una prueba más de su sentido del humor, su falta de complejos y su absoluta versatilidad.


Y, casualidades de la vida, hoy es su cumpleaños. ¡Felicidades, King Jeff!