Eddie Cibrian

¡Oh, El Día del Maromo! Nuestra luz y guía en tiempos de oscuridad y decepción. Viene el jueves, llega el Hombre y los problemas se superan con suspiros.
Y con el delicioso Eddie Cibrian tenemos todas las garantías.

Eddie nació en California, pero sus padres son cubanos y esa raíz ha sido ardientemente explotada en sus intervenciones televisivas.

Es guapetón de la tele por excelencia; siempre que se necesita un maromo insultantemente sexy, allí está Cibrian. Roba la escena sin remedio.

Dos últimos ejemplos fueron prender fuego a Natalie Zea en "Dirty Sexy Money" y a Christina Applegate en "Samantha Who?".
Él ya sabía de incendios. En "Turno de Guardia" (Third Watch), incorporó a un bombero, como no podía ser de otra manera.

Sin embargo, el jueves pasado se produjo la revelación, con una escena de ducha destinada a ser la tercera más importante del cine y de la televisión de todos los tiempos.
Primero, fue Marion Crane, aquella Janet Leigh del siglo en "Psicosis".
Luego, vino Patrick Duffy, reapareciendo para Victoria Principal y los espectadores de "Dallas".
Y ahora llega Eddie Cibrian, refrescándose el cuerpazo en "Ugly Betty".

Los seguidores de la adorable fea de la ABC han dado la bienvenida al Entrenador Tony Díaz, el nuevo amor de Hilda - la hermana de Betty -, que interpreta la estupenda Ana Ortiz.

Y ya sabemos cómo nos guiña el ojo esa serie colorida y alegremente camp; Eddie Cibrian aparece sin camisa con su debida puntualidad. Y el "momento ducha" del último episodio ha sido definitivo.

Eddie Cibrian es consciente de que se le abren las puertas de la televisión por su físico, pero no duda de que hay algo más.

Es un actor notable y, al fin y al cabo, esos ojos, esa sonrisa y ese encanto no se consiguen en el gimnasio. Aprende, Ryan Reynolds.