lunes, 22 de septiembre de 2008

La Serie de Televisión es...


- La ficción catódica por excelencia.
- Contada en episodios.
- Hija del folletín, de la novela por entregas y del serial radiofónico.
- Un astuto pastel de intrigas y romances, servido de forma rápida y gratuita.


- Otra cosa en la que los norteamericanos son reyes indiscutibles.
- La oficina de empleo del show-business.
- Revive carreras y confirma talentos...


- ... pero también encasilla a sus intérpretes.
- Ha gustado tanto en su registro fantasioso y/o culebronesco, como en su versión "cercana" y de impacto.


- Un vicio.
- Maneja sus convenciones, clichés y sentimentalismos con arte y oficio.
- Las actuales son buenísimas, las antiguas resultan entrañables.


- Capaz de convertir a un gremio profesional en una pandilla de superhéroes de andar por casa.
- Ya lo dijimos: es como un polvo inacabable.
- Cuenta desde la nariz de Elizabeth Montgomery en "Embrujada" hasta los mohínes de Ellen Pompeo en "Anatomía de Grey".


- Sus temporadas se construyen como escaleras de progresión hacia una tensión final, calificada como cliffhanger.
- Si fracasa, se queda usted con las ganas.
- Se volvió fina, culta y digna de la aclamación de la crítica cuando las cadenas por cable empezaron a diseñarla para minorías.


- Donde el guionista y el productor ejecutivo tienen al director a sus pies.
- Un auténtico furor, gracias a la posibilidad de comprarla en DVD o verla por Internet.


- Le encontró el gusto a que el Mal venza al Bien en más de una ocasión.
- Un paraíso de ficción donde todo es posible. Médicos aplastados por helicópteros, bodas reales interrumpidas por guerrillas moldavas, peligrosas bombas en cuerpos de pacientes y resurrecciones, muchas resurrecciones.
- Bah, puro chicle.

(... y esta noche, la Crónica de los Premios Emmy).

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