'Larger Than Life'

¿Cómo ser más "grande que la vida"?
Así calificaron a la Gloria Swanson de "Sunset Blvd.", porque, en cada paso, en cada gesto, en cada diálogo, se ganaba la inmortalidad.

Ser larger-than-life es alcanzar lo colosal, casi sin proponérselo. Como el glamour o el sex-appeal, no se gana, sino que se posee.
Esta expresión resulta socorrida a la hora de calificar la genialidad o lo apabullante. Los talentos innatos, las emociones desbordadas, el humor infeccioso. Si tienes algo de todo ello, has superado los estrechos márgenes de la existencia humana.

Nicholas Ray subvirtió la expresión en su tremenda "Más Poderoso que la Vida" (Bigger Than Life).
James Mason interpreta a un profesor de instituto, perfecto padre de familia, que se somete a un experimento científico para paliar una enfermedad mortal que se le diagnostica.

La cortisona lo hace un súperhombre, tan frenético que acabará dinamitando su idílica vida. La postal de la América de los cincuenta se resquebraja.
Ser más grande que la vida supone desafiar a los dioses. Y, sin duda, tal aspiración tiene sus fatales inconvenientes.