Colin Farrell

Colin Farrell nació para nosotros con el nuevo milenio.
Como todas las últimas estrellas de Hollywood, su carrera se presta veloz. En sólo ocho años, Colin ha pasado de ser un desconocido a estar en la lista de los actores jóvenes mejor pagados. E incluso ya cuenta con una nominación al Razzie, como los grandes de verdad.

Colin se merece un jueves, porque nos pone mucho. Es una mezcla de peluche y chico malo, que sólo podía haber salido de Irlanda. Gana puntos por su falta de complejos a la hora del desnudo integral.

Aún así, asegura que el gimnasio no está entre sus ocupaciones y que su única dieta se compone de cerveza Amstel.

Su imagen de macarra es a veces de lo más artificial, pero no se le resiste ni un buen antagonista ni un action flick.

La modelo Nicole Narain se encargó de difundir un vídeo casero cuando rompió su relación con Colin.
Dicha cinta circula por Internet, pese a las resoluciones judiciales en torno a ella. Para los que deseen verla, será difícil olvidarla.

Colin, en todo su esplendor fálico y guarril, prorrumpe en unos diálogos memorables y adopta una actitud definitivamente convincente. Queda claro que todo es verde en Irlanda.

"Alejandro Magno" es su trashy movie; la película donde sale más feo y la que ha estado a punto de enterrarlo artísticamente.

Pero parece recuperarse poco a poco de semejante batacazo macedonio, y en los últimos Oscars nos ha vuelto a conquistar. Queda Farrell para rato.