Recibimos a Matt Dillon en el Día del Maromo. Y podríamos darle un premio a la durabilidad. Porque, como ninguno, Dillon ha estado bueno toda la vida. Y, como casi todos, mejora con los años.
Ya impresionó desde muy pronto, convirtiéndose en el (anti) héroe de suburbio por excelencia. Así apareció en las tres adaptaciones de las novelas de Susan Hinton: "Over the Edge", "Rebeldes" y "Rumble Fish".
Matt era el símbolo del chico problemático que tanto juego daría en los dramas y comedias de los ochenta. Y además, la cámara empezó a adorarlo. Pocos rostros han sido tan idilícamente fotografiados.
Matt era el símbolo del chico problemático que tanto juego daría en los dramas y comedias de los ochenta. Y además, la cámara empezó a adorarlo. Pocos rostros han sido tan idilícamente fotografiados.
Viendo en retrospectiva la irregular pero fascinante "Rebeldes", Matt Dillon destaca sobre sus compañeros de reparto, tanto en talento como en look.
Matt era entonces un angelito insolente y melancólico, con una de las mejores bocas de la historia.
A medida que fue creciendo, a Matt Dillon le empezó a crecer la frente y el cuerpo, cada vez más machote. Comenzaron sus esfuerzos por hacer una buena transición a la madurez artística.
Gus van Sant le permitió ser su "Drugstore Cowboy", que supone su mejor y más arriesgada interpretación.
Sin embargo, y salvo ese papel, los primeros noventa fueron bastante pobres para Dillon, que parecía abonado a la mediocridad.
Habría que esperar a 1995, cuando inició una racha de éxito tras éxito, que no se ha detenido ,y cuyo fruto final ha sido su nominación al Oscar por "Crash" el pasado año.Sin embargo, y salvo ese papel, los primeros noventa fueron bastante pobres para Dillon, que parecía abonado a la mediocridad.
En su provechosa segunda mitad de la década, Matt demostró que tenía sentido del humor en "To Die For" y en "Algo Pasa con Mary", se mostró arrebatador en "Beautiful Girls" y apareció súper sexy en la reivindicable "Juegos Salvajes".
Cada vez más valorado como actor, su versatilidad le permite desde ser un villano para Lindsay Lohan y su Herbie hasta desazonar como escritor autodestructivo en "Factótum".
Continúa imparable y parece feliz con su asegurada posición en Hollywood, tanto en el cine comercial como en el independiente.
amo a Matt Dillon y quiero ponerme en contacto con el, el es mejor actor y de joven fué guapisimo
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