Es el personaje inolvidable de "El Valle de las Muñecas".
De hecho, la singular interpretación de Patty Duke, entre la cursilería y el histerismo, asienta el tono de la película.
Todos hemos tenido "momentos Neely". Despertar sin saber lo que se ha hecho la noche anterior, pero estar invadidos por una sensación de infelicidad, cansancio y arrepentimiento.
De hecho, la singular interpretación de Patty Duke, entre la cursilería y el histerismo, asienta el tono de la película.
Por méritos propios, Neely O'Hara es la quintaesencia de la (anti)heroína de la Susann: una buena chica que acaba completamente destrozada. En medio, los hombres que se fueron y, sobre todo, la terrible dependencia de los barbitúricos y las anfetaminas. De las candilejas al sanatorio, en un abrir y cerrar de ojos.
Modelada según la figura de Judy Garland, Neely tiene un talento desbordante, ese que no tienen y envidian sus compañeras de "valle".
Canta, baila, actúa y conquista al público. Pero su testarudez y su afán de perfeccionismo provocan unas agotadoras jornadas de trabajo. Como dice ella: "me tengo que despertar a las cinco de la mañana, llegar al estudio y allí, ¡Brilla, Neely, brilla!".
La ilusión se troca en fatiga. Y el cansancio se combate a base de exabrupto, mueca ofendida y medicamento. Neely se ha convertido en una diva egoísta, alcohólica y drogadicta.
"A pesar de todo, sigo siendo la más taquillera", insiste con esa especie de orgullo nihilista que la caracteriza en su lento declive.Neely se queda sola, convertida en una patética estrella del ayer, nunca del todo preparada para un comeback en condiciones.
Patty Duke, toda una estrella juvenil en los sesenta, prefiere no hablar de su Neely.
Le reportó las peores críticas de su carrera y no la ha considerado nunca la mejor manera de empezar su andadura como actriz adulta.
Le reportó las peores críticas de su carrera y no la ha considerado nunca la mejor manera de empezar su andadura como actriz adulta.
En cierto modo, sus vidas se parecen. Demasiada juventud, demasiada gloria y demasiadas decepciones.
Y los problemas psiquiátricos de la Duke mermaron su trayectoria profesional, de la misma manera que lo hacen las adicciones en la carrera de la O'Hara.
Y los problemas psiquiátricos de la Duke mermaron su trayectoria profesional, de la misma manera que lo hacen las adicciones en la carrera de la O'Hara.
Todos hemos tenido "momentos Neely". Despertar sin saber lo que se ha hecho la noche anterior, pero estar invadidos por una sensación de infelicidad, cansancio y arrepentimiento.
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