David Wenham

Ejemplo perfecto de nuestra pasión por los pelirrojos, los productos australianos y los hombres de verdad, David Wenham se ha consolidado como secundario imprescindible en toda superproducción apoteósica que se precie.

En activo desde finales de los ochenta, sus esfuerzos se vieron recompensados con su participación en el serial australiano "Sea Change".

La popularidad de la serie llamó la atención de Baz Luhrmann, que incluiría a Wenham en "Moulin Rouge".
Pero la campanada vendría con su papel de Faramir en la saga de "El Señor de los Anillos", un personaje clave de la fantasía de Tolkien, que se introducía en "Las Dos Torres".

El taquillazo de la trilogía de Peter Jackson introdujo a Wenham sin problemas en el objetivo de los productores.

Otro éxito internacional fue "300", donde demostró poderío pectoral como Dilios, otro de aquellos espartanos belicosos y vigoréxicos, cortesía de Frank Miller.

La seña de identidad de David es no desmerecer en absoluto al lado de compañeros de reparto del calibre de Hugh Jackman, Gerard Butler o Viggo Mortensen.

Porque, aunque no sea tan espectacular, también provoca el suspiro y, en cambio, resulta mucho más cercano.

Tras ser el caricaturesco villano de "Australia", Wenham tiene pendiente el estreno de "Public Enemies", protagonizada por Johnny Depp y Christian Bale, y la coproducción histórica "Pope Joan".

Por tanto, parece que, en lo sucesivo, no nos faltará el brillo de esos tremendos ojos azules.