viernes, 23 de mayo de 2008

Ser una Chica Indy


Melena al viento, uñas a riesgo de romperse, tolerancia a los bichos. Y sobre todo, el grito. "¡Innndyyyyyyyyy!". La adrenalina impide la afonía, o sea, que chilla a placer, llamando a Indiana Jones para que venga a salvarte.
Y, sobre todo, paciencia. Porque Indy va a lo suyo y es probable que no cuente contigo para su próxima aventura. La arqueología y luchar contra los malos es su prioridad.

Pero no te quejes. Una noche con el Doctor Jones vale más que una vida con cualquier otro.
¿Todavía quieres ser una chica Indy? Hay tres opciones válidas.


La primera, ser valiente, espabilada y listilla. Ese estadio "Marion Ravenwood" es difícilmente alcanzable, pero, sin duda, es el más feliz.
Debes tener gran aguante para los chupitos de alcohol, saber curar las heridas de Indy a base de besitos y pilotar un avión. Al menos, intentarlo.


El estadio "Willie Scott" te deparará críticas. Debes ejercitar el grito histérico hasta límites inconcebibles, suspirar por tu manicura y apelar a tu condición de artista. Se te pedirá que cantes el "Anything goes" en chino mandarín.
En este nivel, eres prácticamente inútil y definitivamente cobardica en la aventura. Pero da igual; al fin y al cabo, todos seríamos así en semejantes empeños.


Quizá te interese también el estadio "Dr. Elsa Schneider". Para Elsa, necesitas un plan malévolo y que no se te note. Aquí deberás contenerte y ser más fría que un témpano de hielo.


Te enamorarás de Indy, sí, pero tu ambición y tus oscuros deseos de vanidad y vida eterna se antepondrán a cualquier sensatez o noble sentimiento.
A saber. Marion es la chica dorada y la única que ha conseguido la renovación. Willie es la incomprendida, la reivindicada por los posmodernos. Y Elsa es la olvidable, tan elegante como distante.


Ahí tienes para elegir.

1 comentario:

sangreybesos dijo...

Me quedo con Willie de todas todas. ¡Ay que rica madre mía!